La mitad de los pacientes españoles con VIH recibe tratamiento con la pastilla única, que sustituye el clásico cóctel de fármacos con el que se ha tratado el virus del sida en las últimas décadas.
"Se trata del tercer gran avance fundamental en el tratamiento del sida", explica a ELMUNDO.es Josep María Gatell, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona. "Primero fue la aparición del primer antirretroviral, el 1986. Diez años después, empezamos a usar combinaciones de estos fármacos, lo que disminuyó mucho la mortalidad. En 2006, apareció la pastilla única, mucho más cómoda y mejor tolerada", señala este experto.
Gatell, que ha participado en la presentación del Congreso Estándares de tratamiento en VIH: avanzando hacia el futuro, promovido por Gilead, cree que este tratamiento se consolidará en los próximos años como el de elección "porque cada vez habrá más pastillas únicas entre las que elegir". Según sus cálculos, en dos o tres años el fármaco único -aprobado en 2006- alcanzará al 70% de pacientes.
"Los pacientes nuevos, salvo raras excepciones, pueden tratarse con este fármaco, que contiene tres principios químicos", señala el experto catalán. "Aquellos que empezaron la terapia hacer años o décadas no siempre pueden porque en el pasado tuvieron problemas con algunos compuestos o porque han desarrollado resistencias".
Tanto Gatell como Santiago Moreno, jefe del Servicio Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y presente también en la presentación, han subrayado los beneficios del fármaco único desde el punto de vista de la adherencia y la efectividad.
"La pastilla única es la aspiración de todas las áreas de la medicina", ha exclamado Moreno, para quien la terapia antirretroviral está tocando techo, tras las grandes avances alcanzados para aumentar la tolerancia y minimizar al máximo la toxicidad y efectos secundarios como la pancreatitis y la lipoatrofia.
Mientras el tratamiento contra el virus del sida avanza, en España "el número de nuevos casos permanece estable desde hace años (unos 3.500-4.000 al año) y las nuevas infecciones se producen en su mayoría por transmisión sexual, en contra de lo que ocurría hace unos años, cuando la vía más frecuente era la parenteral", explica Gatell.
"Lejos de disminuir estas cifras, éstas permanecen estables e, incluso, con una cifra discreta al alza", ha puntualizado Moreno. Uno de los principales problemas, como ha destacado este experto, es que entre un 50% y un 60% de los casos se diagnostica tarde.
"Son necesarias nuevas medidas para frenar tanto los nuevos contagios como los diagnósticos tardíos", subraya Gatell. "Hay que luchar para resolver este tema y desmantelar el Plan Nacional del Sida no es una medida adecuada. Asignar menos recursos ahora nos hará pagar un precio muy alto en unos años", denuncia.
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